Ensalada de tomates y queso aliñado

Esta ensalada tan fácil os va a sorprender por el sabor. Además, podéis personalizar el aliño del queso a vuestro gusto. Os cuento como lo hice yo para daros una idea sobre la que innovar y hacer cambios.







Ingredientes
Dos tomates grandes, maduros y sabrosos
150 g. de queso fresco. No es queso tierno, ni queso tipo Burgos, sino queso fresco del que venden en la charcutería para cortar en cuñas.
Variantes (los míos eran de coliflor, pepinillo y zanahoria)
Aceite de oliva, hierbas aromáticas (yo utilicé hierbas provenzales), pimentón dulce y sal

Preparación

Lo primero que hemos de hacer es aliñar el queso y tenerlo macerando al menos dos horas. Podemos hacerlo por la mañana y dejarlo en el frigorífico hasta la hora de comer. Aunque pase más tiempo no no importa, si está en un recipiente con tapa o con un film que no deje pasar el aire. Cortaremos el queso en dados y lo pondremos en un bol. Añadiremos aceite, pimento, sal y hierbas y removeremos para impregnarlo todo. Este aliño debe ser abundante porque es el alma de la ensalada. Dejaremos el queso reposar.
Cortaremos los variantes en trozos muy pequeños y reservaremos. Cuando vayamos a comer la ensalada, cortaremos los tomates en rodajas de tamaño medio y las extenderemos en la fuente o bandeja donde vayamos a servirla. Sazonaremos los tomates ligeramente. Colocaremos el queso aliñado y el picadillo de variantes junto a los tomates. El aliño restante lo rociaremos sobre ellos. y ¡ya está!

Nota: Podeis hacer el aliño con otras hierbas, como albahaca, tomillo, romero, etc.

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